lunes, 21 de noviembre de 2016

Parque Nacional Sarigüa: una acampada diferente.

PARQUE NACIONAL DE SARIGÜA: una acampada diferente

 Por: Maité Rodríguez (Especial para Excelencias Turísticas).


Parque Nacional de Sarigüa: una acampada diferente Por: Maité Rodríguez (Especial para Excelencias Turísticas) Parque Nacional de Sarigüa es sin dudas un lugar diferente en la verde y rica geografía de Panamá. A solo 45 Km de Chitré, capital de la provincia de Herreras, en la península de Azuero, el viajero encuentra hoy una región costera árida debido a las continuas inundaciones de agua salada que han ocurrido en el Istmo de Panamá. Suelos secos, agrietados, y una vegetación muy baja, determinan la fisonomía de las 8 000 hectáreas del Parque Nacional de Sarigüa, donde se localizan los restos de un importante asentamiento precolombino y una antigua aldea agrícola, de 11 000 y 5 000 años de antigüedad, respectivamente. En aquel remoto pasado, Sarigüa ofrecía las mejores condiciones para acoger la vida: exuberante vegetación, zonas de pastoreo y abundante caza de aves de diferentes especies, además de armadillos, ñeques, mapaches, saínos y el venado cola blanca. El Sarigüa de los tiempos actuales ofrece una imagen radicalmente opuesta: todo hace creer al visitante que está en el desierto. Pero, aun cuando en la zona no haya una sola gota de agua, este Parque Nacional no es en verdad una zona desértica. El fuerte proceso de salinización (sal en la tierra) que ha experimentado la región ha dado lugar a la formación de la albina (zona de tierra afectada por el mar), que cubre el 80 % de este territorio y es influenciada por las mareas quienes mantienen la sal en la tierra. La conformación de este paisaje de «desierto» es consecuencia de la devastación paulatina que ha sufrido el área desde hace 2 500 años por la falta de planificación de los seres humanos. A mitad del siglo XX llegaron los colonizadores y devastaron la zona, también afectada después por los trabajos de una empresa camaronera instalada en Sarigüa. Bosques costeros que antiguamente llegaban hasta los manglares fueron destruidos. Hoy en día se han desencadenado importantes fenómenos de erosión por la escorrentía de aguas que se vierten en los ríos Parita y Villa. Las autoridades panameñas realizan estudios encaminados a neutralizar los cuatro factores que propician el crecimiento de la salinización en esta zona: detener los efectos negativos y naturales que causan el viento, las altas temperaturas, la sal y la erosión. En 1979, la zona fue declarada como «área de protección de recursos naturales», acción que devino en la creación de este Parque Nacional que alcanza hoy reconocimiento nacional e internacional por sus valores históricos, antropológicos, ecológicos y económicos. En esta región, al igual que en el resto del país, hay dos estaciones; una seca y otra lluviosa. La estación seca se extiende de diciembre a abril y la lluviosa de mayo a noviembre con una precipitación anual de 967.53 mm. Durante la temporada seca, en Sarigüa se levantan grandes tormentas de arena y se pueden divisar también algunos espejismos en el área de las albinas (frágil ecosistema). En especial en el verano, una gran extensión del parque se vuelve como un desierto de polvo suave en el que la vegetación existente está integrada básicamente por cactus, mangle y algarrobillo, entre otras especies. El Parque Nacional Sarigüa casi no presenta fauna debido a su ambiente desértico, aunque se pueden observar diversas aves marinas y debido a las condiciones ambientales del parque, en el habitan pequeños mamíferos, reptiles y anfibios, además de las 162 especies de aves migratorias que se han registrado en la región. La temperatura fluctúa entre los 41º C en el día, y los 19 º C en la noche, lo cual la aproxima al clima del desierto y convierte a Sarigüa en el único lugar de Panamá donde se da un cambio tan brusco de temperatura que provoca la rápida fracturación y pulverización de las rocas. Por sus valores singulares esta área ha atraído la atención de científicos y estudiantes, además del fomento de actividades económicas entre las que se destacan la agropecuaria, la industria licorera y la alfarera. En el Parque Nacional de Sarigüa las tradiciones folclóricas también tienen su espacio con la realización de eventos como los Carnavales de la Berraquera y el famoso festival del Manito en Ocú. Resaltan entre los demás puntos, el sitio Arqueológico Carita Pintada, el Museo de la Nacionalidad en Ocú y el proyecto de la Iguana Verde donde el visitante puede observar la reproducción de esta especie en cautiverio; la estación Ecológica Humbolt sitio de allanamiento de aves migratorias en Panamá, el Ceregón de Mangle colonia de Garzas reales y único lugar de nidificación de estas aves en el país. Para acampar en Parque Nacional de Sarigüa hay que llevar toda el agua que se va a necesitar, la cual para más detalles puede ponerse muy caliente al mediodía. Como no hay donde bañarse, el plan ideal es llegar en la tarde cuando el sol ya no está muy alto en el cielo y hacer campamento en el medio de este «desierto ». A la mañana siguiente, cuando ya el día se esté poniendo cálido es buena hora para empacar y mudarse a una playa o un río, de las tantas que quedan cerca.

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